jueves, 4 de noviembre de 2010

Artículo interesante

He encontrado este artículo en el blog la voz digital y estoy de acuerdo en las palabras de quien lo escribe.

El daño de los padres al fútbol base

Lo vengo repitiendo cada vez que tengo ocasión, ya se en las páginas de La Voz como en los micrófonos de Onda Cádiz y Punto Radio, los padres son una de las mayores lacras que tiene el fútbol base.

Muchos progenitores se dedican a incitar a los niños a la violencia. Sí, han leído bien, incitar a los niños a la violencia. Porque, si un pequeño de 10, 11 o 12 años ve a su padre en la banda insultando al colegiado, recriminando cosas a jugadores del equipo contrario y demás, le incita a hacer lo mismo. "Si mi padre lo hace, yo también puedo hacerlo".

Hay otros, y no son pocos, que se dedican a rajar del entrenador del niño, "que si no tiene ni idea, que si no pone al niño, que si el sistema de juego no vale para nada". A todos ellos me gustaría decirles una cosa...sáquense el título de monitor, o de entrenador y dirigan ustedes a un equipo. Pasen horas de entrenamientos, pierdan dinero de su trabajo por estar en los partidos (que hay monitores que lo hacen), invite a los chavales a comer a cualquier hamburguesería con su dinero, en definitiva, pierdan tiempo y dinero en el empeño y entonces pueden tener derecho a criticar.

Podría poner muchos ejemplos y pondré tan sólo dos, sin nombres de equipos ni de los padres y no es por falta de valentía sino porque no se puede generalizar.

Hace tres temporadas en un partido benjamín (con ocho o nueve años) había un jugador en uno de los equipos que destacaba sobre el resto, que dirigía al equipo y que era el más destacado ¿Saben lo que les decían los padres del otro equipo a sus jugadores? Pues que pararan al número ocho a patadas. Ni más, ni menos. Eso con pequeños de nueve añitos. Lógicamente, el padre del ocho (que en este caso es una persona educada y no entra en esas 'tonterías') podría recriminarle la actitud a esos pseudopadres y ya tenemos montada la grande...

Otro ejemplo es el de la actitud de los padres con los árbitros. LAMENTABLE. No se si no se dan cuenta de que son los colegiados también son niños que están aprendiendo, y se equivocan. La semana pasada un colegiado DEBUTABA en un partido de infantiles como principal, bajo mi punto de vista lo hizo bien, pero uno de los padres no paraba de insultarlo desde la grada, de decirle lo malo que, según él que posiblemente no se sabía ni el reglamento, era. Entonces yo me pregunto ¿Quién es usted para reclamarle nada al árbitro? Si su hijo falla un gol a puerta vacía ¿le gritarías que es muy malo y te pondrías a insultarlo? Pues aplíquese el cuento.

En definitiva, fin de semana tras fin de semana ocurre lo mismo...ya hasta me intentan decir como tengo que hacer yo mi trabajo...


http://www.lavozdigital.es/cadiz/

No hay comentarios:

Publicar un comentario